El clave (también llamado clavicémbalo, cémbalo, gravicémbalo, clavecín o clavicímbalo) es un instrumento musical con teclado y cuerdas pulsadas, como el arpa y la guitarra, muy conocido y utilizado durante el Barroco.
Fue cayendo en el olvido, y la mayoría de las piezas escritas para él empezaron a ser interpretadas en el nuevo fortepiano, antepasado de nuestro piano moderno. Como su nombre indica, éste no permite cambios de volumen con sólo variar la intensidad de pulsación de las teclas.
El funcionamiento del clave consistía en una púa de un ave (ganso, cuervo o cóndor) que punzaba la cuerda correspondiente, produciendo un sonido de vibración determinada.
Quizás sea el instrumento más relevante del período al que pertenece, dado el amplísimo repertorio del que gozó gracias a diversos autores, de entre los que destaca Bach, con sus conciertos para clave y los arreglos que hizo para clave de múltiples obras de Antonio Vivaldi.